Los efectos psicológicos que genera un robo no permiten exigir rigurosa exactitud de los hechos, aunque sí un mínimo de coherencia
La Corte Suprema, mediante el Recurso de Nulidad N.° 816-2018/Ventanilla, ha precisado que los efectos psicológicos que genera la perpetración de un robo no permiten exigir al agraviado rigurosa exactitud en su relato de los hechos, aunque sí un mínimo de coherencia. Lo importante es que existan datos que contribuyan a su credibilidad, más aún respecto a la identificación de los autores del ilícito.

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