Consideraciones generales del fuero judicial

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia de fecha 17 de noviembre de 2009 señaló algunos alcances generales de lo que debe entenderse por el fuero o jurisdicción.

CONSIDERACIONES GENERALES DEL FUERO JUDICIAL [CASO BARRETO LEIVA VS. VENEZUELA]

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia de fecha 17 de noviembre de 2009 señaló algunos alcances generales de lo que debe entenderse por el fuero o jurisdicción.

Al respecto, la Corte señaló que “el fuero ha sido establecido para proteger la integridad de la función estatal que compete a las personas a las que alcanza esta forma de inmunidad y evitar, así, que se altere el normal desarrollo de la función pública. No constituye un derecho personal de los funcionarios. Sirve al interés público. Entendido en esos términos, el fuero persigue un fin compatible con la Convención. Por su parte, la conexidad busca el fin, convencionalmente aceptable, de que un mismo juez conozca diversos casos cuando existen elementos que los vinculen entre sí. De esta forma, se evita incurrir en contradicciones y se garantiza la unidad de las decisiones y     la economía procesal (…) El juez natural deriva su existencia y competencia de la ley, la cual ha sido definida por la Corte como la norma jurídica de carácter      general, ceñida al bien  común, emanada de los órganos legislativos constitucionalmente previstos y democráticamente elegidos, y elaborada según el procedimiento establecido por las constituciones de los Estados Partes para la formación de las leyes. Consecuentemente, en un Estado de Derecho sólo el Poder Legislativo puede regular, a través de leyes, la competencia de los juzgadores. Ahora bien, el fuero no necesariamente entra en colisión con el derecho al juez natural, si aquél se halla expresamente establecido y definido por el Poder Legislativo y atiende a una finalidad legítima, como antes se manifestó. De esta forma, no sólo se respeta e derecho en cuestión sino que el          juez de fuero se convierte en el juez natural del aforado. Si, por el contrario, la ley no consagra el fuero y éste es establecido por el Ejecutivo o por el propio Poder Judicial distrayéndose          así al individuo del tribunal que la ley consagra como su juez natural,    se vería vulnerado el derecho a ser juzgado por un juez competente. Del mismo modo, si la conexidad está expresamente reglada en la ley, el juez natural de una persona será aquél al que la ley atribuya competencia en las causas conexas. Si la conexidad no está reglada por la ley, sería violatorio distraer al individuo del juez originalmente llamado a conocer el caso [párrafos 74, 76 y 77].

La sentencia en mención destaca conceptualmente debido a que otorga alcances de la posición que mantiene la Corte sobre el concepto de fuero o jurisdicción.

[Accede a resolución en “Descargar”].

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